Nunca creo que saldré ileso
de las trampas que no toco,
aúnque tengo en mi coco
inteligencia y no queso.
Sin embargo, con mi seso
es posible que vuelvo loco,
porque hace ya muy poco,
no recuerdo mi último beso.
Sé que no hay para quejas
en el caso de mi olvido
porque es cuestión de gusto.
Más, mirando bajo cejas,
recuerdo a donde hayas ido
y un beso será justo.
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